Cuando “Te juro lealtad. La leyenda
de Ernesto Sacromonte” vio la luz, uno de mis mayores sueños era presentar al
Capitán y a toda su tripulación tanto en Sevilla como en los pueblos de
alrededor. Me hace especial ilusión, ya que Sevilla es la cuna donde se gestó
esta increíble aventura. Y al referirme a la aventura no hablo solo de la
novela, sino a todo lo que la ha rodeado durante estos años.
Presentarla allí supone no solo cumplir un sueño como he
dicho antes; significa que la novela ha conseguido asentarse y tiene la
suficiente fuerza como para saltar de mi entorno de confort y presentarse ante
un público totalmente desconocido.
Ya no jugaré en campo propio, no estaré en La Solana o
alrededores acompañado de mi gente. Ahora toca templar nervios y dar lo mejor
de mí en ambas presentaciones. Eso sí, prometo ponerle la misma ilusión, ganas
y entusiasmo de siempre. Cuento con los amigos de allí para hacerlo y espero no
defraudar. Me dejaré la piel para que así sea. Eso sí, me sentiré como si
estuviera en mi segunda casa, porque después de tantos años ya me considero un
poquito sevillano.
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