Pertenezco a esa
generación que ha pasado de lo analógico a lo digital en pleno proceso de
aprendizaje.
Cuando era un
adolescente, la innovación musical se llamaba CD, un ordenador multimedia era
ese equipo a color que tenía altavoces y un programa para dibujar y lo más “molón”
de un móvil era la capacidad que tenían de mandar sms. 160 caracteres que
exprimíamos al máximo para contarnos nuestra vida, obra y milagros sin gastar
una peseta —sí, eran pesetas— de más. Y, por supuesto, los libros eran físicos.
Comprados, sacados de la biblioteca o prestados por alguien, pero eran de
papel. Las tabletas eran de chocolate y las pantallas táctiles cosa del cine de
ciencia ficción. Entenderéis que no supiera decir “e-book” cuando saqué mi
primera novela.
Y ahí estaba yo en
2014, con una aventura que narrar al mundo y sin tener ni idea de maquetar,
mucho menos hacer un ePub que saliera decente. Invertí muchas horas en aprender
a maquetar tanto para digital como para papel. Muchas horas que se vieron
recompensadas, no sin problemas, con un buen trabajo.
Hoy, tres años
después, “Te juro venganza” ya está disponible en formato físico. Lo que con “Te
juro lealtad” supuso un retraso de dos años y muchos quebraderos de cabeza, en
esta nueva novela ha sido la primera opción y no por preferencia mía, sino por
las continuas dificultades que me encuentro a la hora de publicar en formato
electrónico. Y eso teniendo en cuenta que el ePub fue lo primero que hice —cosas
de la experiencia—.
Os voy a ahorrar el
aburrido relato de la ristra de trabas, problemas y obstáculos, pero puedo
prometer y prometo una cosa: saldrá en digital. Muchas personas me lo habéis
pedido, personas que en su día confiasteis en dos desconocidos como éramos
Ernesto Sacromonte y yo. Nos disteis una oportunidad y ahora, tres años
después, queréis volver a leer estas aventuras en vuestro formato preferido. Lo
tendréis.
Solo quiero pediros
disculpas por este retraso, lo solucionaré a la mayor brevedad posible. Cosas
de la técnica.
Y es que al
principio… siempre fue el papel.
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