Antes de empezar quiero aclarar
una cosa: la cultura gratis y legal existe. Existe cuando un autor —en
esta entrada hablaré de libros— pone su novela gratis para que los lectores la
descarguen. Los motivos son muchos y van desde una actuación puntual para
promocionar la obra hasta el objetivo de ganar lectores y visibilizarse, pasando
por “no voy a vivir de esto y quiero que me lean, por eso la cuelgo gratis”. En
cualquier caso, cuando es decisión del autor, es cultura gratis. Y legal.
Lo que no es
ni gratis ni legal son las páginas de descargas piratas. Estas páginas se
refieren a sí mismas como difusoras de cultura y distribuidoras de contenidos
para hacerlos más accesibles a todo el mundo. Es falso; su única razón es el
lucro. Pero no voy a entrar a criticar, valorar u opinar sobre estas páginas.
Si tú has decidido descargar de dichos sitios sin valorar otras opciones ni
plantearte que estás perjudicando al autor y a la cultura en general es tu
problema y yo no voy a gastar mi tiempo en intentar convencerte. Y no hablo de perjudicar
a grandes editoriales, sino a editoriales pequeñas o autores auto publicados.
¿Qué porqué
me pongo así? Es fácil: hace tiempo descubrí que mi novela estaba fusilada en
páginas de descargas ilegales. Mi primera reacción, la lógica, fue cabrearme
como un crío al que le acaban de quitar la piruleta, frustrarme e indignarme.
Mi novela, la que me había llevado 6 años escribir, la que tenía —y tengo— a
0.99€, está colgada para su descarga ilegal. Tras el enfado, decidí hablar con
compañeros escritores para tener varias perspectivas. Al final llegué a la
conclusión de que existían tres alternativas, ya que el cabreo por sí solo no
llevaba a ningún sitio:
1-Pasar del
tema y no hacer mala sangre.
2-Denunciar
ante las autoridades.
3-Denunciar
ante Google para que las quitaran del buscador (esto les hace mucha pupa).
Elegí la
cuarta. Y la elegí cuando alguien muy cercano me dijo que estas páginas me
darían visibilidad a pesar de todo. Es cierto, pero no es menos cierto que yo
no he dado permiso ni quiero estar en dichas páginas. Como digo, deseché las
tres opciones y me quedé con la cuarta: dar un paso adelante y colgar mi novela
gratis, y además de forma pública.
Así que me
puse en contacto con EBiblio Castilla la Mancha para poner a disposición de los
usuarios de bibliotecas mi novela. Tras semanas de gestión, ya está disponible.
Ojalá pueda subirlo a las plataformas de todas las comunidades autónomas.
Algunos
compañeros me dicen que esto es claudicar, que vivimos de nuestro trabajo y que
ponerlas gratis no es más que deslegitimar a quienes no las ponen.
Yo no lo veo
así, básicamente porque la cultura pública no es gratis. La cultura
púbica es un bien por el que hay que luchar todos los días. Sin entrar en
política, todos los ciudadanos tenemos el derecho y el deber de exigir una
cultura pública de calidad. Cuesta mucho dinero mantener, por ejemplo, la red
de bibliotecas. Un dinero que sale de nuestros bolsillos y que sirve para hacer
accesible —de verdad— dicha cultura a la gente con menos recursos. No todo el
mundo puede comprarse uno, dos o veinte libros y no por ello debe renunciar a
leer. La cultura es un bien irrenunciable. ¿Por qué no aprovecharse entonces de
estas plataformas? Los autores noveles y poco conocidos tenemos una red de
difusión y promoción pública, legal y capaz de llegar a muchos lectores,
algunos de los cuales comprarán la novela que acaban de leer si es que les ha
gustado. Quizá sea otra manera de combatir la piratería.
Mas en mi
caso, hay otra razón para colgarla. Dicha razón no es otra que “pagar” la deuda
que tengo con las instituciones, especialmente con el área de cultura de la
Solana. Como escribí en esta entrada, las instituciones se han volcado conmigo
siempre que he presentado libro. He tratado de corresponder donando un ejemplar
en papel a las bibliotecas donde he presentado libros (Valdepeñas, Alcalá de
Guadaíra, Sevilla, La Solana…), pero mi conciencia me dicta que debo ir más
allá. Soy un firme defensor de lo público, de la cultura pública, por lo que
siempre subiré a esta plataforma cualquier libro que auto publique.
Y si has
llegado hasta aquí, voy a pedirte un favor: no descargues libros de páginas
piratas. Si es un libro famoso o de un autor conocido, puedes sacarlo de la
biblioteca. Si es de un autor novel y no te puedes permitir comprarlo, contacta
con él y pídeselo. Dile que no puedes comprarlo pero tampoco quieres piratearlo.
La mayoría de ellos te mandarán un ePub con mucho gusto. Defiende la cultura
pública.
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