"Te juro lealtad. La leyenda de Ernesto Sacromonte." Situación actual.


Muchas personas me preguntáis por cómo va el libro, si lo sacaré en papel, si hay alguna editorial interesada etc etc. En esta entrada intentaré explicar de manera clara y resumida la situación actual de mi novela.

     Lo primero que tengo que decir es que habrá segunda parte. Estoy escribiéndola actualmente y aunque no se puede decir que esté muy avanzada, sí que la experiencia pasada me ayuda a planificarme mejor y a reducir los tiempos, por lo que verá la luz muy pronto. No es menos cierto que ha sufrido retrasos, primero por el concurso y posteriormente por asuntos personales, los cuales requerían de toda mi atención.
Digitalmente, esto es, en libro electrónico, estoy estudiando subirlo a Amazon, pues sería bueno contar con otra plataforma de distribución además de Tagus. Si bien Tagus (Casa del Libro, Corte Inglés, Worten…) ofrecía a priori una estupenda plataforma de distribución, los resultados de venta no han sido los esperados, aun siendo positivos, por lo que hay que expandir horizontes.

     Pero metámonos en harina, o en papel, para ser más exactos. ¿Saldrá el libro en edición impresa? ¿Hay editoriales interesadas? Actualmente no hay ninguna editorial interesada. Hace algunas semanas volví a enviar una oleada de propuestas editoriales a algunas editoriales, valga la redundancia, recibiendo en muchos casos una respuesta negativa con mayor o menor “tacto”, y en otros casos el silencio como respuesta. Es importante aclarar que opté por enviarlas a editoriales pequeñas, dejándome las grandes. He de decir que, a pesar de la negativa, hubo una editorial que se portó especialmente bien conmigo, (Editorial PezSapo) y que del resto… hubo de todo, desde correos automáticos hasta silencio, pasando por “corta y pega.”
     ¿Y por qué me dejo las grandes fuera? Las grandes editoriales reciben miles de manuscritos, además sus criterios de publicación han cambiado: no necesitan apostar por autores noveles, tienen más que suficiente por fichar al que despunta o por publicar libros a personajes mediáticos con más o menos fama. Además, en el caso del grupo Planeta, no voy a molestarme en enviar mi manuscrito. Como ya sabéis, participé en el concurso Tagus (perteneciente al grupo Planeta) y quedé tercero. Entiendo que han leído mi novela —ironía— y que no consideran necesario ni oportuno publicarla, por lo que no perderé ni haré perder tiempo a nadie.

    Sin embargo no solo existe esta vía para publicar con una editorial. Hay empresas dedicadas a “mediar” entre autor y editorial, las llamadas agencias literarias. Ofrecen sus servicios a cambio, lógicamente, de pasta. ¿Es ético pedir pasta por adelantado y, en caso de éxito, asegurarse un porcentaje de las ventas obtenidas? Que cada cual piense lo que quiera, yo no voy a dar dinero a nadie, más que nada porque casi todas las empresas me parecen un timo que huele desde lejos.
     Tan solo hay una empresa que sí me inspira confianza. No es una agencia literaria al uso, es más bien una empresa que se dedica a dar servicios a escritores  tales como informe de lectura, corrección, mediación con agencias o editoriales… Todo ello dejándote las condiciones bien claras en las descripciones de dichos servicios. Y, en este punto, es necesario preguntarse algo: ¿Merece la pena pagar un dinero para que un grupo de expertos —esta empresa puede presumir de tenerlos— valore mi obra y emitan un informe de lectura que puede despejar dudas, clarificar conceptos y abrir puertas en el mejor de los casos? Sí. Sin duda. Pero digo con la misma sinceridad que, actualmente, no puedo gastar más recursos ni dinero en la novela. Independientemente de la situación económica que tenga, estoy enrocado en una postura clara: quien quiera apostar por mi obra que lo haga con todas las consecuencias. Yo arriesgo mi novela y garantizo trabajo y dedicación.

     Hay, no obstante, una tercera vía para publicar en papel y no es otra que la auto edición. El concepto es sencillo: yo sería mi propio editor y pagaría por cada tirada de ejemplares que se hiciera. Dentro de este mundo hay de todo, desde editoriales que se ocupan hasta del más mínimo detalle hasta imprentas que te facilitan la impresión y punto. Lógicamente el precio final de cada ejemplar varía.
¿Podría entonces hacer una tirada de X ejemplares e intentar venderla? Sería cuestión de empezar vendiendo en La Solana y organizar presentaciones en distintos pueblos y ciudades. Sería factible, pero requiere de un desembolso inicial inasumible actualmente por mi parte, sabiendo, además, que la venta de esos X ejemplares no está garantizada, por lo que tampoco lo está el recuperar la inversión. A todo ello hay que sumar los costes que conlleva organizar actos fuera de la localidad. En fin, un carajal curioso.

     Vale, a estas alturas de post quizás algunos de vosotros os estéis preguntando que si no contemplo la impresión bajo demanda de Amazon. A todas luces, la más sencilla y en la que el riesgo económico es cero. Basta con subir mi obra y darle al botoncito. Listo. Cualquier persona puede comprar mi libro en papel y, tras unas semanas, le llegaría a casa, Amazon me pagaría el porcentaje estipulado y todos tan contentos. Maravilloso salvo por dos detalles: el primero es que he oído experiencias de escritores de todo tipo. Desde “mi libro llega fenomenal” hasta “mi libro lo imprimen como el puto culo”. El segundo es que también me llegan comentarios de que este tipo de servicios cierra las puertas de editoriales tradicionales, ya bastante cerradas de por sí. Francamente, no me apetece jugarme el trabajo y el esfuerzo que ha supuesto llegar hasta aquí con la novela para que en Amazon no la traten con el respeto que se merece. Lo de cerrar las puertas de editoriales, como dice el otro, ya tal.
     Concretando… salvo subir el libro a Amazon, todo lo demás requiere desembolso económico. Todas las puertas que tengo delante están cerradas y la única llave es la pasta. Poderoso caballero es don dinero.

     Así están las cosas. Todo muy negativo, qué le vamos a hacer. Seguiré escribiendo y preparando la segunda parte, retomaré otros proyectos que han quedado paralizados y seguramente escriba algo completamente distinto a Sacromonte, pero todo como lo hacía hace un año: sin esperar nada. Puedo resumir la experiencia de los últimos meses en una sola frase: Tus sueños llegarán tan lejos como tu cartera te lo permita.