Remodelación de mis redes sociales.


Uno de los asuntos que traté con mi responsable Tagus fue la gestión que debía dar a mis redes sociales. He de agradecerle el tiempo que me dedicó en este aspecto y la ayuda que me proporcionó.
     
     Así que me he puesto manos a la obra y he introducido, fundamentalmente, un cambio que considero importante y positivo: La página de Facebook de Francisco Hergueta.
¿Por qué una página de Facebook nueva? Es cierto que ya tengo un perfil en esta red social, pero es un perfil que mezcla lo personal con lo público como resultado de la promoción de “Te juro lealtad”. Un perfil requiere mucho más trabajo por mi parte y dicho trabajo no da como resultado una mejor atención a mis seguidores. Una página, en cambio, es más fácil de mantener y mucho más sencilla de seguir, ya que no hace falta confirmación por mi parte. “Clic” en “Me gusta” y listo.
     
     También se suma el hecho de que, a medio plazo, saldrán a la luz más trabajos tanto míos como en colaboración con otra persona, luego la página tendrá que ser administrada por más gente y esta opción solo la da, precisamente, la página.
Otro tema es el de los seguidores. Ahora mismo somos cerca de trescientos y comienza a ser trabajoso gestionarlos. Ojo, ¡estoy encantado! Pero no quiero caer en el caos y dejar desatendidos a quienes me habéis apoyado durante este tiempo: vosotros. El número de amigos seguirá creciendo y es ahora cuando hay que hacer el cambio, ya que en un futuro podría ser mucho más caótico.  En este sentido veo mucho más fácil la gestión de la página.

     ¿Significa que voy a desatender mi perfil personal de Facebook? En absoluto. Es más, todo lo que se publique en la página oficial de Francisco Hergueta saldrá también en mi perfil, no así al contrario. Como ya os he dicho, estoy encantado con todos los amigos que somos y seguramente que el número crezca, pero a mi perfil solo agregaré a gente conocida. Estaréis de acuerdo conmigo en que es la hora de separar mi faceta de escritor de la personal ante un público cada vez más amplio. En este sentido creo que hay que ser coherentes y dar en cada lugar —página pública y perfil privado— lo que corresponde. Dicho de otro modo, en mi perfil privado puedo publicar todo lo relacionado con mi faceta de escritor, pero no puedo publicar en la página pública comentarios, fotos, videos etc etc que estén relacionados únicamente con mi parte más personal. ¿Os imagináis que publico en la página una felicitación de cumpleaños o un comentario sobre alguna foto que haya subido algún familiar? Justamente, esta es una de las principales razones.

     ¿Y la página de Facebook de “Te juro lealtad. La leyenda de Ernesto Sacromonte”? Sigue activa, por supuesto. Allí informaré de todo lo relacionado con la saga de Sacromonte (promociones, noticias, reseñas…) Entiendo que ahora pueda haber poco contenido para ambas páginas, pero en un futuro saldrán más trabajos y esta página será solo para estas novelas. Como dije antes, es el tiempo de hacer estas remodelaciones.

     Pero no solo en Facebook he hecho cambios. También he revitalizado mi blog personal, — http://franciscohergueta.blogspot.com.es/ —donde iré colgando reflexiones, experiencias, lugares que visito… Es decir, será una especie de diario. Allí tendréis información sobre todas mis redes sociales, así como un breve perfil que se irá cambiando a medida que esta aventura de escribir avance.

     Además, he reabierto mi blog de relatos, — http://ginebraypoker.blogspot.com.es — donde encontraréis relatos de mi autoría. Como digo, tendrá exclusivamente relatos escritos, algunos de ellos eróticos, por lo que su lectura está restringida a mayores de dieciocho años.

     Y, por último, Twitter. — @Fhergueta — A ver… ehm… aquí no voy a hacer demasiados cambios. Voy a seguir diciendo lo que pienso, cuando lo pienso y cómo lo pienso. Voy a seguir enlazando lo que creo que es importante, voy a seguir dando caña a quien creo que se la merece sin cortarme un pelo y voy a seguir intentando aportar mis notas de humor. En esencia… ciento cuarenta caracteres de mi “yo” concentrado. Eso sí, añadiendo más ironía y sarcasmo a los tuits, ya que la caña que mencioné antes se puede hacer de muchas maneras.
Espero que estos cambios y novedades sean positivos, me ayuden a tener una mejor y más fácil relación con vosotros pero, sobre todo, que os gusten. Ese y no otro es el objetivo último de las remodelaciones.

     Un saludo a todos y disculpad por la parrafada que os acabo de soltar,

Francisco Hergueta. 

La aventura de auto publicar

Echando la vista atrás, digamos, hasta principios de enero, (cuando registré el libro) el haber llegado hasta aquí no puede considerarse un hecho fruto del trabajo o de la ambición por conseguir una meta, que también. Si tengo que definirlo con sinceridad, y de eso va a estar plagado este post, puedo definirlo como el acto de cabezonería más grande de toda la historia literaria.
Y es que nada ha sido fácil, al contrario. Todo está resultando jodidamente difícil. Pero, ¿por qué es tan difícil? La respuesta, a mi entender, es bastante sencilla:
Porque a nadie dentro de la industria le importa lo más mínimo tu obra.
Y esto es así.
Tras registrarla, mandé el manuscrito a varias editoriales de distinta importancia. Solo dos respondieron, el resto ni se molestó, aunque supongo que todas tomaron la misma decisión: NO.
Opté entonces por la auto publicación en medio digital, el eBook, el libro electrónico, ¡el futuro! Elegí, para ello, el sello Tagus, la plataforma de auto publicación de Casa del Libro. ¿Podría haber elegido Amazon? Sí. ¿Estuve a punto de elegirlo? Sí. Menos mal que no lo hice. Como explico en otro post, no me convenció absolutamente nada de esta plataforma. Pero vayamos por partes.
¿Qué supone auto publicar? Depende. ¿Cuánto dinero tienes? Ay amigo… Esa es la cuestión. Auto publicar significa que tienes que hacerte tú todo el trabajo. Maquetar, crear la portada, corregir, revisar, promocionar etc etc. En mi caso, Tagus me ofrecía contratar todos los servicios que quisiera, pasando por caja, y olvidarme de todo. Es como publicar, pero pagando. Obviamente, mis recursos económicos no me permitían hacer tales dispendios. Es decir, estoy sin un clavo.
Así que ahí estaba yo, con una ilusión tremenda, con muchas ganas de sacar mi libro y sin tener ni la más mínima idea de lo que era un ePub (entre otras cosas). Dios, la de horas que he invertido en presentar un trabajo decente. Fue tan duro que estuve varias veces tentado de tirar la toalla. Pero, al final, conseguí sacar algo digno, bien acabado. Por suerte, he contado con personas a mi alrededor que me han ayudado bastante. Creo que sin ellas, mi novela jamás hubiera salido adelante. Pero sigamos.
¡Ya está mi libro a la venta! ¡Ya se puede descargar en la web! Ahora empieza lo realmente difícil: promocionarlo. Y, como siempre, sin tener ni idea y sin tener un duro. Empecé a dar palos de ciego por Twitter, pidiendo RTs a celebridades, intentando colar la novela en TT… Hasta que, al final, opté por empezar en el sitio donde mi público objetivo ya me conociera: monté una presentación en mi pueblo. Salió bien, la gente se hizo eco, los medios se hicieron eco, el libro empezaba a adquirir una cierta fama aunque fuera a nivel local. He de decir que aquí también tuve personas que me ayudaron a promocionarlo en los medios.
Llegados a este punto, podemos decir que se ha hecho un considerable esfuerzo en promoción y difusión de la obra, que previamente a esto se ha conseguido presentar un trabajo al público con unos estándares que rozan la profesionalidad. Se ha cuidado muchísimo la corrección, el contexto histórico, la maquetación, la portada… Un trabajo de muchas horas y que ha contado con la colaboración desinteresada de diversas personas.
¿Es suficiente? Por supuesto que no.
Aquí entran en juego muchos factores que nada tienen que ver con el autor y que se escapan a su control. En mi caso, la plataforma Tagus cometió algunos errores que frenaron bastante la progresión del libro, errores fuera de mi control, errores que yo no podía solucionar y que, sin embargo, me obligaron a redoblar esfuerzo para solventarlos. ¿Cuál es la conclusión? Pues que da igual todo lo hecho. Da igual la calidad del producto presentado. Ha habido, y habrá, factores externos no previstos que se escapan al control y que suponen un duro revés para la marcha del libro.
En resumen: es un mundo muy difícil, muy saturado. Es un mundo en el que el dinero que un autor novel sea capaz de invertir en su obra dará como resultado una difusión mayor o menor. No nos engañemos, autores noveles que han reventado el mercado hay muy pocos, se pueden contar con los dedos de una mano. En un mundo que se guía por la capacidad de generar dinero de una obra como primer valor, hay mucho talento desconocido que se quedará relegado en la carpeta de algún Pc, ante la imposibilidad de publicar, o de auto publicar siquiera.
Por mi parte, seguiré haciendo esfuerzos para promocionar mi obra, aunque los sin sabores son grandes y frecuentes, para qué engañarnos.


     

Publicar en papel. Bienvenidos a la odisea.

Desde hace un tiempo estoy pensando en dar el salto a papel. Es un paso importante, el cual hay que pensar y meditar muy bien, ya que hay varias opciones, cada una con sus pros y sus contras.
La primera pregunta que se me planteó fue si resultaría fácil publicar en papel. La respuesta, tal y cómo está el mercado, es rotunda: SÍ.
Es fácil publicar, o, más concretamente, auto publicar. Todo depende del dinero que estés dispuesto a invertir.
Hay muchas editoriales que hacen todo el trabajo, corriendo el autor con los gastos. Gestión del ISBN, del depósito legal, del código de barras, de los ejemplares impresos… No hay problema, solo hay que pagar y listo. Incluso añaden, según los ejemplares que encargues, otros servicios, cómo pueden ser booktrailer, promoción en redes sociales, posibilidad de impresión bajo demanda, presentación, servicios de cartelería, página web para vender tu libro… En fin, una larga lista que el autor paga, pero que no incluye la más importante de todas: la distribución física.
¿Es posible distribuir y vender, por ejemplo, 500 ejemplares? Teniendo en cuenta mi público objetivo, no. Por ello, esta opción, aún siendo la más fácil, es la más compleja de llevar a cabo, amén de ser muy cara. Hay que asegurarse unos puntos de distribución y una visibilidad nacional antes de dar el paso, porque los libros físicos no se comen y no me apetece guardar en mi trastero algunos cientos de ellos. Es una opción que no descarto pero que he de meditar y trabajar mucho antes de llevarla a cabo.

¿Y otras opciones? ¿Qué tal la impresión bajo demanda que ofrece Amazon, por ejemplo?
Bien, la he valorado concienzudamente. He probado su web, he probado su servicio de atención al cliente, he probado las facilidades que da y he hablado con varias personas que ya tienen experiencia Amazon. Mi conclusión final no puede ser más contundente: NO.
No, al menos, a publicar en español. He empezado a trabajar en la traducción al inglés, y si al final se lleva a cabo, tendría que utilizar esta plataforma para lanzarlo, pero es algo que aún está lejos.
¿Pero, por qué no? Pues porque el proceso me resulta lioso, me resulta difuso y poco claro. Porque su atención al cliente es nefasta. Cuando, tras varios intentos, logré hablar con una de sus empleadas, no tenía ni la más remota idea de que hacer para publicar un libro en su plataforma. Me aseguró que se pondrían en contacto conmigo para resolverme las dudas y que lo haría alguien especializado. Aún sigo esperando, claro.
Su servicio vía twitter no es mucho mejor. He preguntado un par de veces y su respuesta es pasarme el enlace de un manual para publicar. El manual es bueno pero escasito, y al volver a preguntar dudas, volvían a redireccionarme al manual.
Por no hablar que su plataforma de impresión bajo demanda se mueve en un terreno pantanoso de, cuanto menos, alegalidad. No voy a llevar el trabajo de más de seis años a estos terrenos, si algo ha de hacerse, ha de hacerse bien.  

Vale, descartamos la impresión bajo demanda, pero ¿qué hay de las editoriales clásicas?
Hay un problema de inicio, y no es otro que el hecho de que el libro ya está publicado. La mayoría de las editoriales quieren trabajos inéditos antes de entrar a valorarlos, cuanto más grande sea la editorial, menos caso te harán si tu trabajo ya está disponible para el público. En este caso, el único modo de llegar a ellas es reventando las ventas, coger notoriedad y relevancia.
Pero vayamos con mi experiencia con dichas editoriales clásicas:
Aquí hay de todo, de todo excepto una respuesta positiva a publicar. Están las que no contestan, las que te dicen “no” muy amablemente, las prepotentes que tienen 12 seguidores en twitter, que publican por convenios firmados con ayuntamientos, creyéndose que entre sus filas tienen a Ken Follet y que te tratan rozando lo despectivo… Y las editoriales independientes a las que les ves un esfuerzo y un entusiasmo muy grandes, pero que sabes que su distribución y sus medios en general no van a ser muy superiores a los tuyos, en caso de auto publicar. Es una decisión difícil.


El libro físico es algo que no descarto, pero aún veo lejos. Es cierto que estoy trabajando en este aspecto, valorando, preguntando… moviéndome, pero es un sueño que, de salir, ha de hacerlo con unas mínimas garantías de éxito. 

Nota de prensa en la web "Abrir un Libro"

Esta nota de prensa que "Abrir un libro" colgó en su web me hace especial ilusión, ya que fue la primera que apareció a nivel nacional. Si queréis verla, pinchad aquí



Mi post en el blog de Casa del Libro.

Os dejo mi participación en el blog de Casa del Libro. Es un honor escribir en ese espacio dedicado a la lectura y a los autores, donde podréis encontrar artículos muy interesantes. Mi post, en este enlace


Entrevista para el diario Lanza

Os dejo la entrevista que Malu Serrano, del diario Lanza, me hizo para la edición del lunes 14 de julio. Podréis leerla pinchando aquí.

Nota de prensa en la web de La Solana

Pinchando aquí podréis leer el artículo que Gabriel Jaime publicó en www.lasolana.es sobre la presentación de "Te juro lealtad. la Leyenda de Ernesto Sacromonte" en la Biblioteca municipal Mario Vargas Llosa, el 27 de julio de 2014.
Estuve muy bien acompañado, tanto por Micael Tolosa, cuya introducción fue emotiva e impresionante, cómo por parte del Alcalde, Luis Diaz-Cacho, cuyas palabras agradezco de corazón.
También agradecer a las personas que me acompañaron ese día tan importante para mí.


Me presento:

Dado que este es mi blog personal, lo mejor es que empiece contando cómo he llegado hasta aquí, dejando trazas de quién soy y el camino que he recorrido.

     Me llamo Francisco Romero de Ávila Hergueta. No tengo estudios superiores, de hecho, empecé el antiguo B.U.P y terminé sacando la E.S.O en la escuela para adultos. Cuando cumplí dieciséis años decidí trabajar en el negocio familiar. Toda mi vida he sido tapicero, profesión de la que me siento orgulloso.
¿Y cómo llega un tapicero a interesarse por la escritura? La respuesta es fácil: interesándome primero por la lectura, no hay otro camino.

     Siempre he visto a mi madre leer —de ahí que lleve su apellido como seudónimo— así que seguir su ejemplo no resultó difícil.  Me gusta leer novela histórica y fantástica, aunque no reniego de otros estilos. Y me gusta el cine, sobre todo el fantástico.
     Películas como Willow, la princesa prometida, La Historia Interminable (sí, me gusta más que el libro) o libros como Las nieblas de Avalon, el regreso del Rey Arturo, La princesa y los trasgos, La Llave Maestra, La cena secreta… sembraron un buen poso de imaginación en mi mente.
Un buen día, me dije que podía ser yo quien creara esas historias. Así, hace diez años, comencé a escribir relatos cortos de género fantástico. Fue internet quien me puso en contacto con gente que compartía mi misma afición. Visité blogs, chats, foros… conocí a personas muy interesantes y con mucho talento para escribir, por lo que resultaba un gratificante reto personal el ir superándome, mejorando tanto en técnica como en dominio de la lengua. Aún mantengo este contacto y espero no perderlo jamás.

     Y este es, a grandes rasgos, el camino que he recorrido hasta llegar aquí. Y sé que, por mucho vértigo que eso produzca, el camino se vuelve mucho más intenso a partir de ahora.